La soledad absoluta
- Katherin Rendón
- 1 dic 2008
- 1 Min. de lectura
Te escribo desde la soledad del mundo, desde el irrealismo de lo real, desde el escondite del inconsciente, si... te escribo a ti. Tu que te colocas frente a una pantalla y ves pasar los segundos sin ofrecer mas, muchos que viven en las calles profesando hambre y no paz, nosotros que pertenecemos a la humanidad decadente del mundo desdichado de la soledad. La soledad de las risas sin escucha, de los paisajes sin color, de los paso sin camino, la soledad estampada en la camisa mas deslumbrante, aquella que por la misma razón de estar solo te divide la atención convirtiéndola en razón, el mundo misterioso del encuentro, del momento, del lugar. Te escribo desde la soledad enganchada a la tristeza que perturba la armonía, desde la creencia absurda de la melancolía, desde el interior vació de la vida. Te escribo desde la última pared del rincón más oscuro de tu hogar, solo por escribirte o por recordarte desde la soledad que se vive en la penumbra, sencillamente por nombrar algún culpable en el rincón. Te escribo porque no estamos solos, sencillamente pertenecemos a una soledad infinita.

Comments